Arteterapia: crear para comprender, expresar para sanar
Hay momentos en los que lo que sentimos es tan complejo, tan sutil o tan profundo, que simplemente no puede decirse con palabras. O no todavía. O no del todo.
Es ahí donde aparece la Arteterapia: una forma de sanar a través del acto de crear, sin juicios estéticos, sin exigencias técnicas, sin metas de perfección. Crear no como adorno, sino como lenguaje. Como puente entre lo interno y lo visible. Como acto de verdad.
En Casa Tikún, entendemos la Arteterapia como una herramienta sutil y poderosa para acompañar procesos personales en los que lo emocional, lo simbólico y lo corporal necesitan expresarse de manera integrada.
El arte como camino hacia uno mismo
Desde pequeños usamos el arte para explorar el mundo: dibujamos sin miedo, cantamos sin vergüenza, jugamos sin propósito más que el goce de crear. Pero a medida que crecemos, muchas veces nos desconectamos de ese canal. Se nos dice que hay que hacerlo “bien”, que hay que ser “productivos”, que jugar o pintar no “sirve para nada”.
La Arteterapia recupera esa dimensión libre, profunda y no verbal del arte, pero al servicio del autoconocimiento, la expresión emocional y la transformación. No hace falta ser artista, ni tener experiencia previa. Solo hace falta estar dispuesto a dejar que algo hable a través de vos.
Porque lo que no se puede decir, a veces puede dibujarse. O danzarse. O escribirse.
¿Qué se trabaja en Arteterapia?
- Emociones difíciles de nombrar (tristeza, rabia, miedo, vacío)
- Procesos de duelo, cierre o transición
- Reconexión con el cuerpo y con el placer de crear
- Exploración de símbolos personales e imágenes internas
- Liberación de patrones repetitivos desde el juego simbólico
- Integración de experiencias fragmentadas
El acto de crear, en un espacio cuidado, se convierte en una forma de mirar y resignificar lo vivido. No se busca una obra terminada, sino un movimiento interno: una revelación, una comprensión, una catarsis, un hallazgo.
Crear para sanar, sanar para crear
En Casa Tikún, muchas veces combinamos Arteterapia con otras herramientas como el Counseling o las Constelaciones. Porque a veces la palabra necesita la imagen, y la imagen necesita el cuerpo. Y todo eso, junto, nos devuelve a una experiencia más completa de quienes somos.
Los lenguajes posibles son infinitos: pintura espontánea, collage de emociones, escritura libre o poética, escultura con materiales blandos, máscaras simbólicas, mandalas, trazos, trabajo con texturas, movimiento corporal con música. Lo importante no es la técnica, sino el permiso para expresarte.
Un espacio donde lo que sentís tiene forma
La Arteterapia no busca interpretar lo que hacés. No se trata de decir “esto significa aquello”. Es una experiencia de diálogo con tu mundo interno, donde vos mismo podés mirar con otros ojos lo que surge.
A veces, el simple hecho de pintar un miedo, construir una casa simbólica, o escribir una carta al futuro, abre una puerta emocional que estaba cerrada hace años.